Segunda activación. Texto sobre el que trabajó Rogelio Sosa.
Es necesario que ocurra una revolución, porque no se modifica un régimen que lo controla todo, que tiene sus raíces por todos lados, sino que se lo suprime y se lo derriba. Es necesario que esta revolución sea violenta, porque de un pueblo tan débil como el nuestro no se sacan las fuerzas y las pasiones propias de una renovación mediante medidas decentes, sino sólo mediante choques sangrientos, mediante una tormenta que lo perturbará con el fin de despertarlo. Sabemos que esto no trae consigo ningún reposo, mas justamente es porque no hace falta que haya aquí reposo. Es por esto que el terrorismo se nos muestra actualmente como un método de salud pública.
Maurice Blanchot, 1936
Tercera activación. Textos sobre los que trabajó Carmina Escobar
En los primeros momentos de la rebelión, hay que matar: matar a un europeo es matar a dos pájaros de un tiro, suprimir a la vez a un opresor y un oprimido: queda un hombre muerto y un hombre libre; el superviviente, por primera vez, siente la tierra de su nación bajo sus pies.
Esa violencia irreprimible no es una absurda tempestad ni la resurrección de instintos salvajes ni siquiera un efecto del resentimiento: es el hombre recomponiéndose.
Ninguna benignidad borrará las señales de la violencia, sólo la violencia puede destruirlas.
Jean-Paul Sartre, 1961
Los actos individuales o colectivos de protesta — calificados como terroristas — se realizan inevitablemente contra la actual organización social. En períodos no revolucionarios, suelen indicar una toma de conciencia social y elevan el deseo de independencia de las masas. Aportan un ejemplo de heroísmo individual al servicio de una causa social despertando a la mayoría de la gente indiferente.
Piotr Kropotkin, 1906