La fiesta de las balas. 2011

Instalación.

Tres estructuras de acero y vidrio blindado con 300 impactos de bala, y audio. Altura de cada estructura 220 cm.

Los disparos (50 de pistola 9 mm, 100 de escopeta calibre 12, 150 de fusil de asalto calibre 7.62) fueron realizados con armas reglamentarias de las fuerzas de seguridad pública, en alusión al creciente poder de fuego necesario para enfrentar al crimen organizado. El audio corresponde al sonido de los mismos disparos. El título y la cantidad de disparos son referencias a un libro de la época de la Revolución Mexicana: El águila y la serpiente (1926), de Martín Luis Guzmán.